Los 10 Mitos Más Comunes Acerca de la Cirugía para el Cáncer de Pulmón
Por Mara B. Antonoff, MD, FACS
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El cáncer de pulmón es la causa número uno de muerte tanto en hombres como en mujeres en los Estados Unidos. Sin embargo, en el caso de las personas que son diagnosticadas en una etapa temprana de la enfermedad, generalmente se puede hacer una cirugía para lograr la cura. Si su equipo médico le ha sugerido que le podrían hacer una operación de pulmón para tratarle el cáncer, es probable que le surjan sentimientos encontrados. Por supuesto, es normal sentirse alentado debido a la posibilidad de un tratamiento curativo. Al mismo tiempo, la proximidad de un procedimiento quirúrgico puede resultar en tiempos de incertidumbre, estresantes y abrumadores. El separar los hechos de los muchos mitos comunes con respecto a su operación podría resultar ser un desafío.

Mito #1: La exposición del tumor al aire hará que se disemine.

Verdad: este cuento de viejas consiste de información incorrecta en la que ciertos círculos han creído ampliamente. La verdad es que el aire no hace que los tumores se diseminen y, para muchas personas con cáncer de pulmón en etapas tempranas, la resección quirúrgica es la mejor opción para lograr una cura. Por supuesto, una operación hecha adecuadamente es crítica para el resultado general del procedimiento. Le recomendamos que encuentre un cirujano torácico que se especialice en la cirugía de cáncer de pulmón. La participación en la Base de Datos Torácica General es una señal de que su cirujano está interesado en cumplir con los estándares de cuidados relacionados con resultados de calidad.

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Mito #2: La cirugía para el cáncer de pulmón es una medida de emergencia para prevenir que la enfermedad se disemine.

Verdad: Es importante iniciar un plan de cuidados médicos cuanto antes sea razonablemente posible. Sin embargo, también es clave que usted reciba el tratamiento correcto para la etapa de su enfermedad y para su cuerpo (considerando otros problemas médicos que pudiera tener). Sus médicos podrían necesitar unas pocas semanas para determinar adecuadamente la etapa de la enfermedad y para realizar otras pruebas, tales como una prueba de función pulmonar y una evaluación cardíaca, para asegurarse de que esté en condiciones de hacerse una cirugía. Es mucho mejor tener un breve retraso antes de iniciar la terapia adecuada, que apurarse y recibir un plan de tratamiento equivocado. Es normal que le den un turno para su operación dentro de un período de un mes, a contar desde el momento del diagnóstico. Los retrasos de más de un par de meses podrían resultar en la progresión de la enfermedad; las esperas de unas pocas semanas son comunes y seguras.

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Mito #3: Luego de la cirugía para el cáncer de pulmón, los pacientes a los que se les han extraído partes de sus pulmones necesitarán usar una máscara de oxígeno en la casa.

Verdad: No es común que los pacientes requieran del uso de máscaras de oxígeno a largo plazo luego de la cirugía. Antes de someterlo a la cirugía le harán una prueba de función pulmonar, y su cirujano calculará el impacto esperado de la cirugía en su función pulmonar posterior a la cirugía. La misma dependerá de la cantidad de pulmón que se deba extraer para lograr la mejor opción de cura. A pesar de que la extracción de uno de los cinco lóbulos pulmonares es la operación más comúnmente realizada para el cáncer de pulmón, a algunos pacientes se les podría extraer más pulmón debido al tamaño o ubicación del tumor. A otros pacientes se les podría ofrecer la posibilidad de operaciones más pequeñas, cuando la función pulmonar no es tan buena, para poder reducir el riesgo de tener dificultades para respirar luego de la cirugía. Debe tener en cuenta que casi todos los pacientes usan una máscara de oxígeno durante el primer y segundo día luego de la cirugía, y que la mayoría ya no necesita de la máscara de oxígeno antes de dejar el hospital. A veces, luego de la cirugía, los pacientes se van a la casa utilizando una máscara de oxígeno temporal, pero esto no es permanente. En base a los resultados de su propia prueba de función pulmonar, su cirujano podrá discutir con usted los riesgos del uso de máscaras de oxígeno por tiempos prologados y la falta de aire.

Mito #4: No podrá llevar a cabo actividades normales luego de la cirugía para el cáncer de pulmón.

Verdad: Se espera como objetivo que los pacientes regresen a sus actividades normales de la vida diaria luego de la cirugía para el cáncer de pulmón. Muchos individuos podrían sentirse particularmente cansados durante las primeras dos semanas luego de la cirugía, pero aun así es seguro permanecer solo en la casa, cuidarse a sí mismo, exponerse a la vida pública, socializar, y realizar actividades hogareñas no muy pesadas. De hecho, es importante caminar y mantenerse activo para una recuperación saludable. Las actividades físicas ayudan a minimizar el riesgo de ciertas complicaciones como coágulos sanguíneos y neumonía. Es posible regresar a ciertas ocupaciones durante el periodo inicial postoperatorio, dependiendo de si su trabajo involucra actividades agotadoras y de si su trabajo le permite tener cierta flexibilidad con respecto a tareas suaves y horarios reducidos. Por lo general, muchos cirujanos limitan la cantidad de peso que se puede levantar por aproximadamente un mes luego de la cirugía, de manera tal que ésta es una consideración importante. Sin embargo, debería poder manejar siempre y cuando no esté tomando medicamentos narcóticos para el dolor. Luego del alta del hospital, debería poder manejarse casi en forma independiente, sin levantar objetos pesados.

Mito #5: Una vez que ya tiene cáncer, no importa si deja o no de fumar.

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Verdad: ¡Es increíblemente importante que deje de fumar antes de la cirugía! El hecho de que continúe fumando aumenta drásticamente su riesgo de complicaciones luego de la cirugía, incluyendo neumonía, paro respiratorio, y otras infecciones. Es muy importante que su cuerpo pueda utilizar sus defensas naturales para eliminar las secreciones de sus pulmones luego de la cirugía. Incluso un solo cigarrillo podría paralizar los cilios de sus pulmones y vías respiratorias por un periodo de hasta tres semanas, desmejorando la capacidad de su cuerpo para eliminar la flema desde lo profundo de sus pulmones. Este riesgo se puede reducir sustancialmente dejando de fumar completamente al menos 3 semanas antes de la cirugía. Su médico podría derivarlo a un programa para dejar de fumar.  

Mito #6: La cirugía para el cáncer de pulmón requiere de una admisión a la unidad de terapia intensiva y del uso de un respirador artificial.

Verdad: A pesar de que solía ser verdad en el pasado, la mayoría de las operaciones no requieren de estas medidas. De hecho, sabemos que a los pacientes les va mucho mejor si los sacamos del tubo para respirar y los despertamos en la sala de operaciones al final del procedimiento. Por supuesto, existen excepciones, y cada situación debe ser considerada en forma individual. Pero en general, la permanencia en la sala de terapia intensiva con un respirador artificial no es la norma luego de una cirugía de pulmón.

Mito #7: Todas las operaciones para cáncer de pulmón se pueden realizar mediante un abordaje con toracoscopia o con un robot.

Verdad: Existen ciertas consideraciones con respecto a si una operación se puede hacer o no con ciertos instrumentos o tecnologías que tienen que ver con el tamaño del tumor, la ubicación, y otros factores específicos de ese paciente. A pesar de que no todas las operaciones pueden ser realizadas con toracoscopia o con robots, aun así existe la posibilidad de que le hagan una incisión menos invasiva. Puede preguntarle a su cirujano si es que planea cortarle los músculos y las costillas. Además, incluso con incisiones grandes, aun es posible utilizar métodos de recuperación mejorados que pueden poner al paciente de pie más rápido. Definitivamente vale la pena discutir estas cuestiones con su equipo quirúrgico.

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Mito #8:  El cirujano le podrá decir exactamente cuánto durará la operación, cuánto tiempo estará en el hospital, y qué día se podrá ir a su casa.

Verdad: Podemos darle rangos aproximados con respecto a cuánto duran generalmente las operaciones y las estadías en el hospital, pero cada paciente es diferente. A pesar de que entendemos que es de mucha ayuda para los pacientes y sus familias el poder planear la duración de la hospitalización, es más importante que a usted no se lo dé de alta hasta que sea seguro hacerlo. A veces los pacientes cumplen con los requisitos para que se los dé de alta antes de lo esperado, y a veces les lleva más de lo esperado. En general, el criterio para poder irse a casa incluirá el tener signos vitales normales, resultados de laboratorio normales, el poder orinar y caminar en forma independiente, el tener un nivel adecuado de control del dolor, y en algunos casos, el esperar que le quiten el tubo de drenaje del pecho. Puede preguntarle a su equipo quirúrgico cuáles son los criterios específicos que usted tiene que cumplir para poder dejar el hospital. Esto sirve generalmente de más ayuda que el número total de días necesarios.

Mito #9:  Luego de haberse sometido a una cirugía para el cáncer de pulmón, ya no verá más al cirujano torácico.

Verdad: Generalmente se hacen arreglos para una visita postoperatoria alrededor de un mes luego de la cirugía para evaluar cómo se está recuperando. Esta visita generalmente incluye un examen y una radiografía de pecho. Si tiene cualquier problema relacionado con la cirugía antes de su visita postoperatoria, en realidad es muy importante que contacte a su cirujano, en vez de buscar ayuda en alguna otra parte. A veces, otros médicos podrían no estar familiarizados con la apariencia normal postoperatoria de las imágenes del pecho o de las incisiones quirúrgicas. Su cirujano es el que estará en la mejor posición para ayudar a asegurar que su recuperación esté yendo en base a lo planeado. Luego del período inicial de recuperación, los cirujanos generalmente continuarán el seguimiento de sus pacientes con visitas y estudios por imágenes para asegurarse de que el cáncer no vuelva, ya que el riesgo más grande de recurrencia se presenta durante los dos primeros años. A la mayoría de los cirujanos les gusta mantenerse en contacto con sus pacientes luego de la cirugía. 

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Mito #10: Si le hacen una operación para cáncer de pulmón, nunca habrá ninguna razón por la cual tendrá que someterse alguna vez a quimioterapia o radiación.

Verdad: Desafortunadamente, en ciertas circunstancias, los pacientes necesitan terapias adicionales, incluso si la operación fue exitosa. Esto se debe a que nosotros sabemos que los tumores más grandes o aquellos que se han diseminado a los ganglios linfáticos tienen mayores probabilidades de volver, incluso luego de una operación completa. El hecho de que necesite terapias adicionales dependerá en gran parte de la interpretación patológica final del tejido que haya sido extirpado durante la operación. El cirujano discutirá con usted los resultados correspondientes a los tejidos que han sido examinados bajo el microscopio. Si el tumor es más grande de cierto tamaño, se le podría recomendar que reciba quimioterapia. Si se encontrara que alguno de los ganglios linfáticos tiene cáncer, probablemente se le recomendará que se haga quimioterapia, y además podría requerir de radiación, dependiendo de cuáles sean los ganglios linfáticos afectados. En líneas generales, el objetivo es tratar de hacer todo lo posible para proporcionar una cura, y la estrategia para lograr una cura variará dependiendo de la etapa exacta de la enfermedad.

Como puede ver, a pesar de que existe abundante información disponible con respecto a la cirugía para el cáncer de pulmón, no toda esta información es precisa. Es extremadamente importante poder delinear la realidad de los rumores. ¡Si usted tiene cualquier duda o preocupación sobre cualquier cosa que haya escuchado, visto, o leído, consúltelo con su equipo de tratamiento! Podrán ayudarlo a clarificar cualquier pregunta y guiarlo hacia la información más precisa.

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Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de la Sociedad de Cirujanos Torácicos.

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