Reemplazo de la válvula aórtica con tecnología transcatéter o con cirugía: ¿Cuál es la mejor opción para usted?
Por Robbin G. Cohen, MD, MMM
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La válvula aórtica funciona como un portón entre el corazón y el cuerpo.  La válvula normalmente tiene tres cúspides muy angostas y movibles que se abren para dejar que la sangre pase cuando el corazón se comprime y luego se cierran entre latidos del corazón para evitar que la sangre que se expulsó se mueva de vuelta hacia adentro corazón (visite Enfermedad de la válvula aórtica para más información). 

La enfermedad más común de la válvula aórtica se denomina estenosis aórtica. Ocurre cuando la cúspide de la válvula aórtica se endurece y queda cubierta con calcio, haciendo que sea menos movible y angostando el pasaje a través del cual se bombea la sangre hacia el cuerpo. Es como tener una canilla tapada a la salida del corazón, que hace que el corazón tenga que trabajar más duro para bombear la sangre. El único tratamiento efectivo es reemplazar la válvula aórtica. Una vez que se presentan síntomas como dolor de pecho, falta de aliento, o desmayo, la mayoría de los pacientes se mueren a los pocos días si no se repara la válvula. 

Los cirujanos del corazón han estado reemplazando válvulas aórticas con excelentes resultados por más de 50 años. De hecho, el reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica (también denominado SAVR, por sus siglas en inglés) es una de las operaciones más comunes realizadas por los cirujanos del corazón en todo el mundo. La operación tradicionalmente se hace con una incisión en el pecho para poder acceder al corazón y a la aorta, como así también mediante la detención del corazón con el uso de una máquina de corazón-pulmón (baipás cardiopulmonar). La mayoría de los pacientes se quedan por 4 o 5 días en el hospital luego del reemplazo de válvula aórtica, y el período de recuperación es de aproximadamente seis semanas. 

Las maravillas de la ingeniería y de la tecnología moderna ahora hacen posible el reemplazo de la válvula aórtica en ciertos pacientes sin tener que abrir el pecho y sin detener el corazón. El nuevo procedimiento, llamado reemplazo de la válvula aórtica con teconología transcatéter (TAVR, por sus siglas en inglés), es llevado a cabo por un equipo de cardiólogos y cirujanos del corazón. En vez de ir directamente a través del pecho, los cirujanos abren la válvula enferma con un balón que está en un catéter que se coloca a través de una arteria grande en la ingle. Esto va seguido por la colocación de una nueva válvula que también se coloca con un catéter. Como usted se puede imaginar, existe una posibilidad sustancial de tener menos dolor, una estadía más corta en el hospital, y una recuperación más rápida. 

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Debido a que los resultados del SAVR son excelentes y los resultados a largo plazo del TAVR aún no se conocen, el TAVR originalmente fue restringido a pacientes que estuvieran muy enfermos como para someterse a una cirugía de corazón. De hecho, cada posible paciente de TAVR en los Estados Unidos debe ser evaluado por un cardiólogo y por dos cirujanos del corazón (el «equipo del corazón») para poder determinar quién debería recibir un TAVR y quién debería recibir un SAVR. Debido a que los resultados iniciales han sido promisorios, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el TAVR tanto para pacientes de alto riesgo como así también para los de riesgo intermedio.

Determinar el riesgo de un paciente para la cirugía de válvula aórtica puede ser complicado y generalmente involucra un cálculo usando la Base Nacional de Datos  de la Sociedad de Cirujanos Torácicos (STS). La base de datos contiene información sobre millones de pacientes que se utiliza para crear modelos de riesgo que le permitan a los cirujanos y a los cardiólogos calcular, para un paciente en particular, el riesgo predicto de muerte y de complicaciones debidos al SAVR. Esto se logra utilizando la Calculadora de Riesgo de la STS e ingresando información, tal como la edad, la función del riñón y del pulmón, y si ha ocurrido algún ataque cerebral o ataque al corazón previo. El equipo del corazón también considera otras cosas, como por ejemplo si los pacientes están frágiles o si tienen problemas que podrían no haber sido incluidos en la Base de Datos de la STS y que podrían hacer que no se recuperen en forma normal de la cirugía. Los pacientes que deberían someterse a un SAVR son pacientes de bajo riesgo (puntuación STS de bajo riesgo), pacientes con dos cúspides aórticas en lugar de tres (válvula aórtica bicúspide), pacientes que necesitan un baipás de arteria coronaria o cirugía en más de una de las válvulas del corazón, o pacientes cuyo problema primario de la válvula aórtica es la fuga (insuficiencia aórtica) y no la estenosis.

Obviamente nadie quiere tener una cirugía a corazón abierto si no es necesaria o si existe una alternativa menos invasiva. Lo importante para recordar es que su equipo de corazón hará lo mejor para encontrar el tratamiento adecuado para cada paciente, independientemente de que sea el SAVR o el TAVR.  

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Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de La Sociedad de Cirujanos Torácicos.

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