El trasplante de corazón en pacientes jóvenes es un regalo de vida
Por Cynthia Herrington, MD
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Es el 14 febrero. Entro a saludar a mi paciente de 12 años de edad y le digo: «¡Feliz día de San Valentín! ¡Tu nuevo corazón está funcionando perfectamente!” No ha pasado mucho tiempo desde su cirugía de trasplante de corazón; ella está descansando cómodamente abrazada a su almohada. Su mamá está sentada, durmiendo; el iPad todavía está encendido sobre la cómoda en la alcoba de la habitación. El papá de mi paciente está contestando correos electrónicos, y manteniendo a todos sus amigos y parientes al tanto de la condición de la niña. Tener que pasar to todo esto es demasiado para una niña de 12 años; es demasiado que soportar para  una familia.

También es demasiado para la familia del donante. Estoy abrumada por la generosidad y fortaleza de ellos. En medio de la tragedia más dolorosa que cualquier padre pudiera imaginarse, ven las cosas con claridad y dan el consentimiento para la donación de un órgano. Transforman su dolor en el regalo fundamental de la vida. 

Los pacientes pediátricos de trasplante de corazón son bastante diferentes de sus pares adultos. Muchos de ellos han tenido procedimientos quirúrgicos previos. Algunos tienen anatomías anormales que existen luego de sacar el corazón anterior. Podrían haber tenido distintos grados de fallo en órganos extra-cardíacos, por lo que podrían ser considerados como candidatos para trasplantes multi-órganos o como casos de trasplante de corazón de alto riesgo, lo que significa que tenemos que esperar y ver si los órganos se recuperan. 

Mi paciente ha estado internada en el hospital por bastante tiempo debido a que su corazón sigue fallando. Su nuevo corazón estuvo disponible una semana después de haber empezado a requerir de asistencia mecánica. Ahora, ella y su familia están descansando cómodamente.  

Tengo la costumbre de jugar al juego de niños Operación con mis pacientes que están internados, antes de sus trasplantes. Mi paciente actual quiso practicar jugar al juego antes de que juguemos. Ella no tenía mucha idea de que yo pierdo a ese juego más veces de las que gano. ¡Alguien tiene que pedirle a Hasbro que pongan fórceps de en serio en ese juego! El juego está en su mesita de luz, ahora. Jugaremos dentro de unos días, luego de que ella haya tenido la oportunidad de recuperarse un poco más.

Después de 18 años como cirujana pediatra de corazón, y habiendo realizado miles de procedimientos cardíacos en pacientes pediátricos, todavía me asombran los trasplantes de corazón. En promedio, realizamos 420 trasplantes cardíacos en pacientes pediátricos por año en los Estados Unidos. Las perspectivas para los niños en la lista de trasplante de corazón ha mejorado significativamente a lo largo de mi carrera.

Esta fotografía se encuentra en la entrada del Children’s Hospital Los Angeles. Representa los cuidados que hemos brindado aquí durante los años 1920s.

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Cortesía del Children’s Hospital Los Angeles

Durante los años 1920s, los hospitales pediátricos estaban llenos de piscinas de natación y pulmones de hierro. Hoy en día, casi 100 años más tarde, hemos erradicado las enfermedades que hacían que estas terapias fueran esenciales. Las innovaciones médicas han eliminado la necesidad de que los profesionales de la salud tuvieran que ponerse vadeadores durante las sesiones de terapia física de sus pacientes.  

El campo del trasplante ha tenido una evolución similar. Desde el primer trasplante de corazón en 1967, el campo de los trasplantes ha visto: el advenimiento de la ciclosporina (una medicina para prevenir el rechazo de órganos), el criterio para determinar la pérdida irreversible de todas las funciones del cerebro, la preservación de órganos, y el soporte mecánico como un puente hacia el trasplante. 

La introducción de la asistencia mecánica en pacientes pediátricos ha reducido significativamente el número de niños que mueren mientras están en nuestra lista de espera. No todos los niños que tienen enfermedad cardíaca son candidatos para la asistencia mecánica, pero para aquellos que sí lo son, la iniciación de la asistencia mecánica les permite transformase en mejores candidatos para el trasplante. Estos pacientes pueden volver a sus actividades normales después de que sus Aparatos de Asistencia Ventricular (VADs, por sus siglas en inglés) hayan sido instalados, y de que ellos se hayan recuperado de la cirugía. Pueden dejar de tomar algunos medicamentos, se pueden mover y eventualmente hacer ejercicio, pueden volver a sus hábitos normales de alimentación, y pueden reanudar sus interacciones sociales. Los VADs han sido la innovación de mayor impacto en mi práctica de trasplantes.

Mientras estoy parada aquí mirando como mi paciente de 12 años de edad duerme cómodamente, su respiración ya no es forzada y su VAD ya no está más conectado, me doy cuenta de que el innovar es nuestra responsabilidad; innovar es mi responsabilidad como cirujana cardiotorácica. Se lo debo mis pacientes y a la carrera que he disfrutado durante los últimos 18 años.

Para más información, visitar Trasplante de corazón en pacientes pediátricos.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de la Sociedad de Cirujanos Torácicos.

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